Los trastornos de la conducta alimentaria suponen graves alteraciones en la conducta alimentaria y en la relación con la imagen corporal y el peso que llevan a quienes lo sufren a vivir su relación con la comida desde la obsesión y el control. Los trastornos alimentarios presentan un alto riesgo de cronicidad y pueden suponer graves consecuencias a nivel físico, psicológico, emocional y social.
Pedir ayuda y ponerse en manos de profesionales será clave para poder llevar a cabo un proceso de recuperación que minimice el riesgo de recaídas y ayude a quién lo sufre a desarrollar herramientas que le ayuden a mejorar su relación consigo misma y con la comida.
¿Cómo saber si tengo un Trastorno alimentario?
Aunque existen diferentes tipos de TCA, todos ellos presentan síntomas comunes que producen un fuerte malestar, y que ya de por sí son motivo más que suficiente para pedir ayuda.
- Pensamientos obsesivos sobre la comida, los alimentos y las cantidades
- Excesivo miedo a aumentar de peso o engordar
- Negación del propio hambre o dificultades para reconocerlo
- Tener un histórico de dietas fallidas
- Miedo al descontrol alimentario
- Problemas para comer en público o con amigos y familiares
- Mentir sobre las cantidades de comida que ingirió
- Sensación de culpa y vergüenza tras comer
- Necesidad constante de comprobar el peso y la figura a través de la báscula o mirarse al espejo
- Cambios bruscos en el estado de ánimo
- Rechazar actividades que te gustan por que implican comer o mostrar el cuerpo
Qué tipos de trastornos alimentarios existen
Los criterios que se siguen para diagnosticar un trastorno de la conducta alimentaria se basan principalmente en una serie de síntomas que presentan las personas que los sufren en relación al cuerpo y los hábitos alimentarios, pero es importante destacar que no es necesario tener un diagnóstico de TCA para pedir ayuda en la relación con la alimentación, ni el hecho de no tener un diagnóstico le quita gravedad a la conducta alimentaria que tenga una persona.
Anorexia Nerviosa
La anorexia se caracteriza por la reducción de la ingesta de alimentos, el miedo intenso a subir de peso y una percepción distorsionada de la propia imagen corporal. Generalmente se asocia la anorexia con personas en un estado de bajo peso, pero no es una característica necesaria ya que es posible sufrir anorexia teniendo un peso normal o sobrepeso.
Algunos de los principales síntomas que presentan las personas que sufren anorexia son:
- Restricción alimentaria mediante estrictas dietas o ayunos
- Miedo extremo a subir de peso
- Realizar ejercicio físico de forma excesiva
- Utilización del vómitos, laxantes o diuréticos para eliminar alimentos
Sin embargo, los criterios diagnósticos diferencian dos subtipos dependiendo de las conductas que la persona lleve a cabo.
Anorexia restrictiva: La alimentación es muy restrictiva y la persona apenas come, aun así, realiza ejercicio físico excesivo por encima del aporte nutricional que pueda necesitar.
Anorexia purgativa: En este caso la alimentación y las cantidades pueden resultar menos alarmantes, pero aparece el uso de vómitos, laxantes o diuréticos después de haber comido para compensar lo ingerido.
Bulimia Nerviosa
La bulimia se caracteriza por la aparición de episodios de atracones que van seguidos de un fuerte malestar y sentimiento de culpa que lleva a la persona a compensar lo ingerido a través del vómito, uso de laxantes o diuréticos o ejercicio físico excesivo.
Las cantidades ingeridas durante el atracón son muy superiores a lo habitual, lo cual produce una sensación de malestar físico que incrementa la sensación de culpa de la persona y la necesidad de “expulsar” lo que comió
Los principales síntomas de la bulimia son:
- Aparecen episodios de atracones de forma compulsiva y que resultan muy difíciles de evitar
- Sensación de descontrol en lo relacionado con la comida
- Necesidad de reducir la culpa tras el atracón provocándose el vómito, usando laxantes o diuréticos o llevando a cabo ayunos.
- Miedo excesivo a ganar peso y preocupación extrema por la propia imagen
- Realizar ejercicio de manera excesiva
- Aparición de callosidades en los dedos o graves problemas digestivos y de garganta producto de los vómitos
Trastorno por atracón
El trastorno por atracón se caracteriza por episodios de ingesta compulsiva, generalmente al final de día, acompañados de un fuerte sentimiento de culpa y frustración. Los atracones no aparecen debido a una sensación de hambre sino a un intento de gestionar un estado de ansiedad, malestar o inestabilidad emocional.
A diferencia de la bulimia, en el trastorno por atracón no suele compensarse lo ingerido provocándose el vómito, haciendo ayunos o usando laxantes, lo cual provoca un aumento de peso que dispara la insatisfacción corporal, el rechazo a sí mismas y la frustración y la culpa.
En los últimos dos años los casos de trastornos alimentarios han aumentado en un 20% y las consecuencias de la pandemia, entre ellas el aumento de horas que pasamos en redes sociales observando las rutinas de otros, han hecho que muchas personas hayan visto empeorar su relación con la alimentación y se hayan empezado a plantear la necesidad de pedir ayuda profesional.
La recuperación de un trastorno alimentario es posible. Si estás pensando en iniciar un proceso para trabajar tu relación con la comida puedes ponerte en contacto conmigo enviando un mail a hola@adriangimeno.com o rellenando el formulario de la web.
Gracias